Tal como lo reconoció la ministra de la Segpres, Ana Lya Uriarte, tras la votación de la reforma tributaria, en el oficialismo no terminan de reponerse de la derrota asestada por la oposición, que en el Gobierno fue recibida como un verdadero “golpe”. Si bien, antes de que se votara la emblemática iniciativa, existía alguna inquietud porque se estimaba que la aprobación sería “muy estrecha”, la mayoría no se había puesto en el caso de un rechazo.

Tras la sesión, surgieron voces como la del vicepresidente de la Cámara Carlos Bianchi (indep. PPD) que se levantaron para instar al Ejecutivo a insistir con la estratégica iniciativa en el Senado, considerando que uno de los argumentos para presentarla es que los recursos fruto de esta reforma permitirían financiar una serie de políticas sociales comprometidas en el programa de Gobierno.

Pero la ministra Uriarte –quien acompañó al titular de Hacienda Mario Marcel en el podio para conversar con la prensa- fue enfática en que el Ejecutivo no seguirá la línea de la insistencia en la Cámara Alta: “Legalmente no se puede insistir ahora. Lo que ocurre cuando se rechaza la idea de legislar es que durante un año no se puede promover el mismo proyecto ni parte del mismo proyecto”, fue el primer argumento de la secretaria de Estado.

Más adelante, fue mucho más categórica en relación al tema: “Tendríamos que hacer una cuestión que tiene que ver con la técnica legislativa, que no tiene ningún sentido hacerla, porque ya el rechazo se ha producido acá en la Cámara de Diputados”, afirmó la ministra.

Con ello, Uriarte aludía al artículo 68 de la Constitución que establece que “el proyecto que fuere desechado en general en la Cámara de su origen no podrá renovarse sino después de un año. Sin embargo, el Presidente de la República, en caso de un proyecto de su iniciativa, podrá solicitar que el mensaje pase a la otra Cámara y, si ésta lo aprueba en general por los dos tercios de sus miembros presentes, volverá a la de su origen y sólo se considerará desechado si esta Cámara lo rechaza con el voto de los dos tercios de sus miembros presentes”.

Más tarde, a través de su cuenta de Twitter, la ministra fue menos rotunta, asegurando que el Gobierno sigue evaluando "los distintos caminos legislativos".

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“En el Senado es difícil conseguir 2/3”

No obstante, el problema con esta salida es que en el oficialismo admiten que no estarían los 2/3 para insistir en el Senado, ya que eso significa que 33 senadores tendrían que respaldar la reforma. Tan improbable es que ese quórum se alcanzara, que el propio presidente de RD, senador Juan Ignacio Latorre reconoció que no es posible.

“El Gobierno está evaluando los escenarios a seguir… yo no puedo decir cuál es el siguiente paso… Lo que digo a priori es que acá en el Senado es difícil conseguir 2/3. O sea, si no logramos una mayoría simple en la Cámara de Diputados, recordemos que la reforma tributaria no tiene quórum sólo mayoría simple para aprobarse, encuentro que sería muy difícil conseguir 2/3 acá en el Senado”, se lamentó el dirigente, quien de paso adelantó que probablemente su sector sea convocado a un comité político ampliado para analizar lo sucedido.

La especulación del senador no está tan lejos de la realidad, ya que si bien los representantes del partido en formación Demócratas, los exDC Ximena Rincón y Matías Walker, se mostraron abiertos a llegar a acuerdos con el Gobierno; los representantes del sector votaron con la oposición en la Cámara, por lo que en el oficialismo calculan que para alcanzar un acuerdo con el fin de llegar a los 2/3 se tendría que renunciar a algunos de los aspectos más importantes de la reforma para que Chile Vamos aceptara. Ello aunque en el pacto opositor están bastante cómodos con el resultado de la Cámara y no estarían muy disponibles para respaldar una insistencia en las condiciones de la original.

"Un verdadero asalto parlamentario a las arcas fiscales"

En la misma línea de Latorre, el senador comunista Daniel Núñez coincidió en lo complejo de conseguir los votos para la insistencia en el Senado e incluso manifestó su convicción de que "eso se prestaría para un verdadero asalto parlamentario, desde el Senado, a las arcas fiscales y, probablemente, lo que se haría es reducir a cifras realmente magras la recaudación". 

Por lo que "no veo viable reponer este proyecto de ley", sentenció. Sin embargo, sí planteó otra fórmula que para la oposición podría ser tan incómoda como la reforma, ya que Núñez recordó que el Gobierno ya tramita en el Senado iniciativas que en materia de recaudación, a su juicio, han generado un amplio consenso social, como el royalty minero que está en la Comisión de Hacienda y que él pedira que se vote la próxima semana, para que en marzo o abril se haga lo propio en la Sala.